El color no es simplemente el toque final del diseño de Mazda. Se considera un elemento esencial ya que gracias a su calidad logra expresar y resaltar hasta los detalles más sutiles que en otras condiciones podrían pasar desapercibidos.
No hay mejor ejemplo de esto que la nueva pintura Rhodium White, introducida en la Mazda CX-60 y próximamente en la Mazda CX-5. A través de su brillo metálico único “Realza la sensación de solidez de la forma general y los hermosos detalles en el reflejo, incluso en la gama donde las expresiones de las sombras son algo difíciles”, asegura explica Keiichi Okamoto, experto creativo senior de la División de Diseño de Mazda.
La maravillosa profundidad y el brillo de Rhodium White acentúan las sombras que han sido ingeniosamente creadas a partir de la sofisticación del diseño Kodo de Mazda. Como puedes imaginar, esta interacción casi mágica entre pintura y metal tomó años de arduo trabajo e innovación para lograr este sorprendente resultado.
“La impresión general del blanco es que es puro, limpio y tiene una sensación elegante. Para nuestro blanco queríamos añadir mayor robustez a su elegancia”
Al igual que el impresionante Soul Red Crystal (rojo diamante) y Machine Grey, Rhodium White utiliza escamas de aluminio para crear una capa reflectante uniforme que, en este caso, tan solo incorpora 0,5 micras de espesor. El resultado es “un blanco fino, que a la vez tiene una sensación de metal en la forma en que brilla la superficie”, agrega Okamoto.
El ingenioso método takuminuri de Mazda se utiliza para pintar con perfección a partir de tecnología vanguardista de robots que imitan los movimientos de un artesano humano, aplicando cada capa con la más alta precisión. Solo desde el desarrollo de esta técnica ha sido posible crear acabados de pintura tan increíblemente reflectante para trabajar en armonía con los contornos sutiles creados por los diseñadores de Mazda.
El blanco es un color especialmente importante para Mazda y para Japón como nación. Es un color que irradia la pureza y la verdad. “La inspiración para Rhodium White viene de la estética japonesa, la estética de la sustracción del mundo del “Zen”, complementa Okamoto.
Cuando se combina con el rojo es kouhaku, que es una parte integral de la cultura japonesa, especialmente en la bandera nacional. Esta importancia motivó al equipo detrás de Rhodium White a entregar un acabado impecable. “El mayor desafío fue eliminar los desniveles”, indica Okamoto. "Todos Los colores takuminuri tienen esta tendencia, pero Rhodium White fue el último desafío de perfeccionando del prototipo en la etapa de conceptualización del diseño, hasta la producción en masa”.
“Para lograr una dispersión precisa de las escamas de aluminio, desarrollamos una técnica para manejar el espesor de la pintura a nivel nanométrico. Esto nos permitió producir en masa pintura que generalmente es solo posible de la mano de un takumi”, afirma Koji Teramoto, miembro del Departamento de Ingeniería de Painting, Trim & Final Assembly.
Junto a Soul Red Crystal (rojo diamante) y Machine Grey, Rhodium White se convierte en el tercer color "insignia" para la marca. “Soul Red Crystal expresó deportividad y pasión, lo que establece nuestra sensación de calidad única. Machine Gray demostró nuestra búsqueda en la estética de la maquinaria. Para el nuevo blanco, queríamos transmitir el mensaje de que Mazda de Japón busca llevar la marca al siguiente nivel”, complementa Okamoto.
Basta con observar un vehículo en Rhodium White para convencerse de las audaces ambiciones de Mazda.
Palabras de Nik Berg